miércoles, 27 de diciembre de 2017

L'ANGULERU Y LOLINA NEL CORTE INGLÉS D'AVILÉS/ABIYÉS

Esti añu L'Anguleru y los Llendadores visitaron el Corte Inglés d'Avilés/Abiyés

Lolina la rulera, L'Anguleru y Xesús el ruleru (09/12/2017)

Lolina la rulera y L'Anguleru (23/12/2017)

CORTEXU DE L'ANGULERU Y LLENDADORES

 Esti añu 2017, L'Anguleru y los Llendadores desfilaron nun cortexu poles cais d'Aviles/Abiyes





Dalgunes semeyes del Cortexu






















III FOLIXA DE NADAL/NAVIDÁ

Nuevu ésitu de la Folixa de Nadal/Navidá (15/12/2017)



LNE (16/12/2017)

Poemes pa la reciella
"L'Anguleru" de Esperanza Medina
Grupu infantil C.P. Sabugo

Cuentacuentos: Un Nataliegu perbullindiegu 
Olga Cuervo







Recibimientu de Llendadores


Ufrienda´l Nataliegu
C.P. La Carriona-Miranda

Momamientu Mestra Llendadora 2017
Homenaxe a Victoria López Fernández, Lolina La Rulera



Conciertu de la Recilla 
Corín del Colexu Públicu Sabugo

Conciertu de la Recilla 
Corín Escuela de Música de Mieres 



Agasayu les castañes de chicolate


Semeyes colos Llendadores
Lolina y Xesús los ruleros

martes, 26 de diciembre de 2017

LOLINA LA RULERA SE CONVIERTE EN UNA LEYENDA DE CARNE Y HUESO

En 2017, Lolina la Rulera y su padre Jesús el rulero, se consolidan como leyenda vida de las navidades avilesinas.


El padre de Lolina la rulera, Jesús el rulero, fue uno de los socios
fundadores de la primera cofradía de pescadores de la villa de Avilés

Primera cofradía de pescadores

L'Anguleru saluda a su gran amiga Lolina la Rulera 
a su llegada a la tradicional Cabalgata de L'Arena 

LOLINA LA RULERA REINA DE LA NAVIDAD AVILESINA

Homenaje a Victoria López, Lolina la Rulera y a su padre Jesús López. Premio al amor y a la defensa de la historia pesquera de Avilés. 

En la III Folixa de Navidá/Nadal, que se desarrolló el día 15 de diciembre de 2017 a las 19:00 horas en la Casa de la Cultura, se nombró "Mestra Llendadora 2017" a Victoria López, premio que da el Ayuntamiento de Avilés a personas relevantes del sector pesquero avilesino. 


 "Jesús López González, su padre era conocido en Avilés como 'Jesús el rulero'. Fue uno de los socios fundadores de la primera cofradía de pescadores de la villa y uno de los grandes defensores de los derechos de los pescadores», fue trabajador de la rula durante 50 años. Victoria López Fernández, era conocida en la Rula, donde trabajó 49 años, como 'Lolina la rulera', por su madre Lola y padre el rulero

Los Llendadores de la Ría, Lolina y Xesús, los ruleros de Avilés se incorporan al cuento de L'Anguleru en 2015, tras un trabajo de investigación escolar desarrollado en el Colegio Marcelo Gago de Avilés sobre la historia de las Rulas de Avilés que repitió en complemento un año después en el Colegio Sabugo. Fue tanto el cariño y el apego de los niños y niñas con estos personajes reales de la historia de Avilés, que se decidió incorporarlos al Cuento de L'Anguleru como ayudantes que recogen las cartas y reparten junto a L'Anguleru los regalos en Nochebuena, subiendo los regalos con su cañas mágicas que llegan hasta las ventanas de los edificios más altos.

"Los Ruleros de Avilés", nacen por tanto en el 2015, y se consolidan definitivamente un año después, como los Llendadores de la Ría de Avilés.  

‘Xesús’, el ruleru, trabajó de rulero en la primera Rula de Avilés, era un enamorado de su trabajo y siempre que tenía un rato libre, salía a pescar a su querida Ría de Avilés, en su pequeña lancha. Pescaba de todo: lubina, congrio, chisquilla, etc, en los meses más cercanos a las fiestas de Navidad “angula”, que regalaba a familiares y amigos como gesto de aprecio y estima. Nunca vendía la angula.

‘Lolina’, la rulera, hija de Jesús, fue telefonista y auxiliar de caja en la Rula de Avilés. Como auxiliar de caja cobraba a los que venían a comprar y pagaba a los barcos y lanchas que vendían en la Rula. Hoy día, gracias a persones como ellos, Avilés tiene una de las Rulas de bajura, más importantes de España.








LA ANGULA EN AVILÉS. RECUERDOS DE LOLINA LA RULERA Y OTROS

JESÚS LÓPEZ, RULERO Y ANGULERO

Victoria López Fernández, conocida por todos como Lolina la Rulera, hija de Jesús López González, Jesús el ruleru, contaba que su padre, siempre que su trabajo en la Rula se lo permitía, salía en su lancha a pescar: lubina, congrios, quisquilla, etc. 

Entre los meses de noviembre y marzo, en noches de “oscuro” y agua “arroyada” (turbia), Jesús el Ruleru, se ponía sus botas y su traje de purgastel, confeccionado por su mujer. El purgastel, era una tela que se impermeabilizaba dando aceite y después dejándola secar.

En alguna ocasión, se le podía ver pescando angula desde tierra, pero lo más habitual era verlo en su lanchina motora, con su farolín de vela y su “serazo”, arrimado al muro, peinando toda la margen izquierda de la Ría, lo que era el “cantil de la vieja carretera de San Juan”, hoy Avenida Conde de Guadalhorce.

Aunque los anguleros solían llevar un cajón de madera, él llevaba su caldero de zinc y cuando lo llenaba regresaba a casa. Nunca la vendía, era para consumo propio y para regalar a familiares y amigos, sobre todo en Navidad.

Lolina recuerda también, como si fuera hoy, ver a su madre limpiar la angula en una “piñera”, “reburdiando:- voy a quedarme sin uñas”. De un kilo de angula, un cuarto era “magaya”.

Hace décadas, esta pesca era habitual en Avilés, había mucha angula. Rufino Arrojo, trabajador de la lonja local, recuerda incluso los serazos (cedazos) de los anguleros a la altura del hospitalillo de Ensidesa. Y aunque no era muy habitual, en la lonja avilesina también se ruló angula. 

Las anguilas, eran también muy abundantes, se colaban en las depuradoras de agua de Ensidesa, donde las recogían los trabajadores para su consumo. 

Otro angulero que pescaba también con lancha en la Ría de Avilés era Acacio Ramírez.


Notas de Victoria López Fernández –Lolina la Rulera recogidas por Víctor Raúl Pintado Rey -Vitu-


LA ANGULA EN EL ENTORNO DE LA RÍA DE AVILÉS

La Ría de Avilés, cuenca que se engloba y que se conforma por los municipios de Avilés, Corvera de Asturias, Gozón, Castrillón e Illas y que recibe las aportaciones de ocho ríos.

   Siete por su margen izquierda: Tamón. Alvares/Trasona, Arlós/Llaranes, Magdalena, La   Ceba/Matadero, Tuluergo y Raíces.
      Uno por la derecha: Vioño/Las Aceñas.

Así como varias torrenteras: La Atalaya (que baja de San Cristobal por Cantos), El Lecherín (La Maruca/El Reblinco), Recastrón (canteras de la margen derecha) y Laviana/Barredo (también por la derecha).Todos son hoy día colectores integrados en la redes de saneamiento urbano o industrial.

Respecto a los ríos, solo el Vioño/Las Aceñas y Raíces conservan el cauce y estructura como río. El resto o están totalmente canalizados y tapados en diseño de colector como Tuluergo, La Ceba/Matadero, Magdalena o en parte canalizados como Tamón, Alvares/Trasona y Arlós/Llaranes.

El vertido de sus aguas a la ría, más el flujo/reflujo de mareas, fue causa y razón de la riqueza de vida de que disfrutó el cauce y marismas. El boom industrial, unido a la nueva configuración de espacios y muelles operado a partir de 1951, puso final. Almejas, berberechos, navajas/longueirones, cangrejos y nécoras desaparecieron de sus marinas y pedreros. Roballizas, muiles, panchos, salmonetes, etc... no volvieron a subir desde la barra aguas arriba. Dándose el caso de que en Trasona hubo “esteros” de marea.

La contaminación por vertidos industriales, más los urbanos de un entorno comarcal en incesante y un tanto descontrolado desarrollo, transformó en negras y grasientas las hasta entonces aguas limpias de una ría angulera.

Salvo el entorno de Zeluán, Llodero y San Juan “del lado de allá”, área donde vierte aguas el Vioño/Las Aceñas y hasta aquellos años bendecido por el entorno por la desaparecida marisma de Maqua. La otra, la margen izquierda de  ría y canal de entrada al puerto, fue la referencia en capturas de angula.
          
El flujo reflujo de mareas “se nota” más en esta orilla. Además es por donde desaguan los ríos con más caudal.

La desembocadura del Raíces fue referencia en capturas lo mismo que el cauce medio/alto de la ría. Entiéndase este dato el tramo de la vieja carretera de San Juan (hoy Avenida del Conde de Guadalhorce) entre las hoy instalaciones industriales de Tadarsa y Frigorificos Fandiño. Cauce arriba, los ríos Arlós/Llaranes y Alvares/Trasona fueron anguleros en el entorno de su vertido a la ría.

Hoy, es historia. Tiempo pasado que se pierde en la memoria de quienes lo vivieron personalmente y que por razón de andadura vital nos van dejando. Si bien como presente ahí siguen el Vioño/Las Aceñas y Raíces como testigos activos de una ría que fue rica en angula, de quienes en noches invernales de “oscurada”, con el cedazo en las manos, mucho frio en el cuerpo, caminaron cantil arriba/abajo, a la luz de las luminarias de la carrera, apuntalaron economías familiares en tiempos de muchas carencias.

Hoy las aguas bajan más limpias, pero de ocho que fueron. Solo quedan dos ríos. Dos de verdad.


Notas de Juan Wes


LA ANGULA COMIENZA A REGRESAR A LA RÍA DE AVILÉS 

La angula subía por los arroyos que vierten al estuario. Al menos se pescaba en el río Arlós en Llaranes, además de en el Vioño y en el Raíces. Vi la última tienda de campaña de pescadores en la década los años 80 en la desembocadura del Vioño, pero actualmente sigue habiendo furtivos, al menos en este último lugar.

Hoy en día hay anguilas adultas y angulas a lo largo del canal de la ría. Hemos visto adultos en el Vioño y en el Arlós. Incluso, entraban en la charca de Zeluán cuando ésta se comunicaba con la mar.

Y es que con la mejora de la calidad de las aguas del estuario parece que el número de angulas y anguilas va en aumento, aunque es posible que no desapareciesen por completo en los peores años de contaminación industrial.

Pero la recuperación de las poblaciones animales en la ría para determinadas especies, está siendo frenada por culpa de los pescadores y mariscadores, que esquilman sin control. Falta vigilancia y prohibiciones.

En Asturies, la sobrepesca sufrida en la década de los años 70 del pasado siglo, ocasionó un colapso en sus poblaciones, llegando a desaparecer de la mayoría de los estuarios. Técnicos y conservacionistas solicitan desde hace años, que la angula se declare “En Peligro de Extinción”. Creemos que es totalmente ilógico que se prohíba pescar adultos pero se permita capturar alevines. Esto abocará tarde o temprano a la extinción de la especie.

Por este motivo, el colectivo ecologista de MAVEA, recomendó evitar la captura de ésta y otras especies que se están recuperando en nuestro estuario, para permitir la colonización y que aumenten las poblaciones. Recuerda además, que aunque la calidad de las aguas haya mejorado, todavía sigue siendo un estuario muy degradado.

Notas de César Álvarez Lao



viernes, 22 de diciembre de 2017

LA RÍA DE AVILÉS. UNA RÍA QUE FUE ANGULERA


Ricardo García Iglesias, coñocíu como Rico, fai un estudiu sobro la hestoria de la pesca l'angula na Ría d'Avilés / Abiyés

UNA RÍA QUE FUE ANGULERA. LA RÍA DE AVILÉS
Ricardo García Iglesias-Rico-

ANGULEROS  EN  EL  ESTUARIO  DE  AVILÉS

En las noches de oscurada y aguacero, con viento del tercer o cuarto cuadrante, en los cuatro meses que van de noviembre a febrero, se salía a pescar angula por las orillas de nuestro estuario. En casi todas las casas de San Juan y de Zeluán había alguien que se dedicaba al oficio restándole horas al sueño y aguantando el temporal, abrigándose con calcetines bufanda y gorro de lana, calzándose con galochas, o botas de agua, y tapándose con un chaquetón y gorro impermeables. 

Galoches
En  Avilés  "les galoches"  son unas "madreñes"  con  clavos  de  cabeza  redonda 
que hacía las veces de garras que se aferraban a la roca. Para proteger del agua la 
zona  de  la  pierna  hasta la rodilla, se  usaba  primitivamente  un cuero al que se 
aplicaba  una  sustancia  grasa que lo impermeabilizaba. Posteriormente  se usaba 
un  tronzo  de  cámara  de  rueda  de  camión  debidamente  unido  al cuello de la 
madreña   con   una   tira   de  cuero  sellada   con  galipote  u  otro  tipo  de  brea. 
Un peculiar calzado a modo de bota primitiva. 
Foto de Ricardo García Iglesias-Rico-

Se pescaba desde el Arañón hasta Recastrón y en la desembocadura del río Raíces, pero la zona donde se acumulaban más anguleros era en la escollera “chapacuña” que va de San Juan a Zeluán. En esa escollera desembocaba el arroyo de Vioño por dos alcantarillones y en la proximidad de éstos eran donde más capturas se realizaban. La angula se mueve de noche para evitar depredadores, se desplaza en busca del agua dulce moviéndose serpenteante en fila por las orillas del río y cerca de la superficie. Al comenzar la temporada se preparaba el “sedazo” con alambre, tela nueva, y mango de cañavera; se sacaba del desván el cajón de madera, con cribo y desagüe, el farol de vela o el carburo y se salía dos o tres horas antes de la pleamar para coger sitio en la chapacuña, respetando religiosamente la distancia entre anguleros que se marcaba con los agujeros de desagüe de la cuneta de la carretera, unos 15 metros. Con la llegada de la marea se pegaban las primeras “manguiadas” de prueba, si se sacaban media docena de angulas, o más, era buena señal, si la “manguiada” resultaba en blanco o sólo con un par de angulas tocaba trabajar. Pescando dos o tres angulas de cada vez hacen falta dos o tres horas para llegar al medio kilo “manguiando” sin parar. Se “manguiaba” a contracorriente, hacia abajo cuando subía la resaca y hacia arriba al bajar el agua.

 Farol - Foto de Ricardo García Iglesias-Rico-

Caxón Foto de Ricardo García Iglesias-Rico-

Caxón con dos patas abatibles en un lateral para que pueda 
adaptarse a la pendiente del terreno 
Foto de Ricardo García Iglesias-Rico-

Sedazo o Serazu, caxón y farolín de vela
Foto de Ricardo García Iglesias-Rico-

De vuelta a casa con las capturas se levantaba la señora, preparaba una infusión de tabaco y la vertía en el recipiente de las angulas. La cruel muerte se producía en pocos minutos con las angulas alborotadas levantando la cola. Luego se procedía al lavado, con un pequeño arel de harina, hasta que dejaba de soltar espuma a base de batirla y cambiarle el agua. Se ponía una olla con agua a hervir y se le echaba sal en su medida, se sacaba con una espumadera al primer hervor y se extendía en un paño blanco, o sábana vieja, a escurrir. Con el primer tranvía de la mañana se llevaba dentro de un rodillo para vender a las marisquerías y restaurantes avilesinos. Si la marea había sido abundante y en Avilés no había salida, se desplazaban en el tranvía Carreño para venderla en Gijón. Aquí, al contrario que en el País Vasco o Galicia que se aprecia la de lomo negro, tiene mejor venta la gorda y blanca de comienzos de temporada.


Angula de lomo negro pescada en la Ría de Avilés
Foto de Ricardo García Iglesias-Rico-

Parece que la pesca de la angula comenzó en la citada zona a finales del siglo XIX y se mantuvo como la describí hasta la década de los años 70 del pasado siglo. Al principio se usaban chalanas para pescar en la chapacuña, pero al crecer el número de usuarios eran un estorbo y cortaban el paso de la angula para el siguiente angulero. Con el tiempo se fueron incorporando los nuevos materiales: de la tela metálica se pasó al plástico, de la vela a la luz de gas o eléctrica (también se usaron carburos con su luz de acetileno, blanco halógeno, pero eran peligrosos pues si una resaca los tiraba al agua se producía una fuerte explosión que reventaba el aparato), del chaquetón  gutapercha a la ropa de aguas de hule, de las galochas de clavos (especiales para sujetarse en las piedras de la chapacuña manteniendo los pies calientes) a las katiuskas de goma, del sedazo para la chapacuña al rastro (redondo o triangular) para el canal del polígono de Maqua, etc. Hubo algún intento de pesca al arrastre con lancha en el muelle Raíces pero no prosperó. En los 80 se empezaron a exigir permisos y solo podían pescar los profesionales que la vendían en Soto del Barco,  permitiendo a los deportivos capturar un cupo de 250 gramos. Con el cambio de siglo se prohibió la pesca en la zona, aunque parece que de vez en cuando se descubre algún furtivo.


Sedazo o Serazu redondo
Foto de Ricardo García Iglesias-Rico-

Entre las personas que destacaron como anguleros cabe mencionar a la familia de la Pequena y Manolo Fausto en San Juan (a Vicente Sánchez Bonátez, “Cubano”, le vi pescar 9 kg en menos de un cuarto de hora), a Evaristo García Suárez y Manuel Álvarez Fernández (Manolo Pacho) en Zeluán (los dos pescaron toda su vida de galochas); del primero hay testimonio gráfico y su padre, del mismo nombre y apodado cariñosamente “Padre”, tenía reservado un sitio en la escollera, conocido como esquina Evaristo. A partir de los 70 del siglo pasado se incorporaron muchos forasteros a esta pesca: Martín el Pescadero, Jesús Amador, Miguel Bolaño, una familia de Molleda, etc. En la desembocadura del río Raíces destacó la familia de Benjamín Velilla, al que ayudaban sus hijas.


En la foto se ve que Evaristo García Suárez -"Varisto"- lleva las galochas en el cribo.
Lo que lleva colgando es la escalera de dos pasos para no resbalar en la chapacuña.
Foto cedida por la familia (por su hijo, José Luis García García)


Esquina de Varisto, donde se ponía para pescar angula.
Foto de Ricardo García Iglesias-Rico-

Se puede decir que la angula arregló muchas economías pues siempre fue un artículo consumido por minorías y de elevado precio, sobre todo en las Navidades, después de Reyes caían los precios y no se llevaba todo a vender, se consumía una parte en casa.

Ahora ya no se ve en las noches de luna nueva de invierno la chapacuña iluminada con más de 20 faroles regularmente espaciados.

Ricardo García Iglesias -Rico-
22 de octubre de 2017